¿Cuándo llevar los niños a la óptica?

¿Cuándo llevar los niños a la óptica?

¿Cuándo llevar los niños a la óptica?

En Optivisión Recogidas nos preocupamos por la salud de tus hijos. El sentido de la vista, es a través del cual los niños adquieren y reciben todo lo que sucede a su alrededor. Mediante la observación aprenden y se desarrollan, para así convertirse en adultos sanos y capaces el día de mañana.

Un problema visual puede ralentizar su aprendizaje, por lo que debemos estar atentos a posibles indicadores que nos dicen que algo no va bien.

La detección y tratamiento temprano de defectos oculares es muy importante, por eso os recomendamos llevar un control exhaustivo, a través de exámenes visuales periódicos.

Cuánto más tarde se detecte el problema en cuestión, más difícil será obtener buenos resultados tras el tratamiento.

Los números hablan por sí solos, entre el 2-3% de los niños desarrollará ambliopía, popularmente conocido como ojo vago, si no se ponen medios para evitarla.

Más del 20% de los niños en edad escolar desarrollan problemas que afectan a la visión como la miopía o la hipermetropía.

El cambio de nuestras costumbres y estilo de vida han provocado que cada vez más fijemos nuestra vista en pantallas y nos pasemos largas horas frente a estas. Intentar prevenir estos hábitos está en nuestra mano, pero detectar cuando el daño ya está hecho también. De ahí la importancia de las revisiones periódicas que todos los expertos en la materia recomiendan.

¿En qué momento hay que llevar a los niños a la óptica?

¿En qué momento hay que llevar a los niños a la óptica?

Tus hijos están creciendo constantemente, y por lo tanto sus ojos también. Los más pequeños no se plantean si ven bien o no, por lo que deben ser los padres los que estén atentos a posibles síntomas, prestando especial atención a los siguientes;

-Cuando el niño desvía los ojos.

-Cuando se acerca mucho una pantalla o papel para poder verla.

-Cuando tiene continuos dolores de cabeza o mareos.

-Cuando hace movimientos erráticos con los ojos.

-Cuando guiña un ojo para poder ver.

-Cuando bizquea de manera repetida.

-Cuando se frota los ojos en exceso.

-Cuando tu hijo normalmente tiene los ojos rojos o es propenso a tener legañas o a que le llore el ojo.

-Cuando existen antecedentes familiares de miopía, hipermetropía, astigmatismo y otras enfermedades oculares.

Cualquier situación de la vida cotidiana nos puede poner alerta. Muchos casos de niños con problemas en la escuela a la hora de leer o estudiar, están relacionados con la falta de la detección de problemas oculares. Por eso es tan importante estar atento y no bajar la guardia.

Si vemos que a nuestro hijo le cuesta disfrutar de la lectura o ponerse a hacer un ejercicio, debemos preguntarnos qué hay detrás. Pues en muchas ocasiones descubriremos que no es tanto un problema de motivación, sino que podemos poner remedio a esta situación corrigiendo el problema ocular.

Un 30% de los casos de fracaso escolar están directamente relacionados con problemas visuales que no han sido detectados. Y esta falta de detección y posterior corrección puede llevar a disfunciones oculares importantes durante la edad adulta.

Controles rutinarios de visión para niños

Los controles rutinarios de visión para niños que recomendamos a cada edad son los siguientes;

-En los primeros días de vida, debemos descartar problemas oculares severos y malformaciones congénitas de cualquier tipo.

-Entre los 6 y 7 meses, ya se puede diagnosticar si existe estatismo.

-A partir de los 18 del nacimiento, ya se pueden apreciar si hay algún tipo de defecto refractario.

-Después de los 2 años se recomiendan controles cada año mientras dure la edad pediátrica.

-Entre los 5 y 6 años hay que prestar especial interés en esta cuestión pues a estas edades el niño afronta la escolarización.

Es muy importante que tengamos en cuenta que el período de maduración visual comienza desde el nacimiento y no finaliza hasta, aproximadamente los 7 años de edad. Cualquier alteración durante este período podría interferir en el buen desarrollo de la visión, llegando incluso a producir secuelas de por vida.

A partir, de este momento y hasta que el niño llega a la universidad, el esfuerzo visual que será sometido será constante y cada vez más intenso, por lo que un examen visual al comienzo de cada curso académico será altamente recomendable.

En cuanto al tratamiento, la mayoría de los problemas oculares a estas edades podrán ser corregidos de manera sencilla, como es el caso de la miopía y la hipermetropía, a través de lentes esféricas, y el astigmatismo con lentes cilíndricas.

Tu médico y optometrista te asesorará acerca de las diferentes opciones que harán mejorar la salud ocular de tu pequeño.

Una detección precoz de posibles problemas oculares, hará que en el futuro nuestros pequeños tengan una mejor salud visual. Por lo que recomendamos una revisión ocular al menos una vez al año. Y recuerda un gesto tan sencillo como acudir a tu médico u optometrista de confianza puede marcar la diferencia.

También puedes visitar nuestra óptica en Granada y déjate asesorar por nuestro personal.

No hay comentarios

Publicar un comentario