QUÉ GAFAS DE SOL PARA NIÑOS ELEGIR

QUÉ GAFAS DE SOL PARA NIÑOS ELEGIR

Quizá no lo sepas, pero las gafas de sol para niños son mucho más que un complemento de moda. Pueden tener una importancia determinante en la salud ocular de tus pequeños, especialmente si los llevas a la playa o vais a pasar un día en la nieve.

¿Por qué es importante proteger los ojos de bebés y niños?

Entre la niñez y la adolescencia el cuerpo se va desarrollando, y hay ciertas estructuras de nuestro organismo que no están completamente formadas durante los primeros años de vida. Esto es lo que ocurre con el cristalino del ojo.

Hasta llegar a la adolescencia, el ojo no ha completado su proceso de desarrollo y el cristalino no protege adecuadamente la retina de los daños que puede provocar la luz ultravioleta. Así que si no usamos gafas de sol para niños es posible que esos daños sufridos por el ojo durante la infancia acaben dando lugar con el paso de los años a problemas graves como degeneración macular o cataratas.

Si cuidar los ojos de los niños es importante siempre, lo es todavía más durante el verano o si vamos a la nieve, ya que el reflejo de la luz del sol en el agua del mar o en la nieve hace que los rayos incidan más directamente sobre los ojos, intensificando sus efectos negativos.

Criterios a tener en cuenta para elegir gafas de sol para niño

Tanto si buscas gafas de sol para bebé, como si las necesitas para niño, es importante que priorices siempre la calidad.

No se trata de un complemento que le vamos a poner a nuestro pequeño para que esté más gracioso o más cool, lo que queremos es proteger sus ojos. Por eso, nada de comprar gafas de sol fuera de establecimientos especializados.

Es importante escoger unos cristales que estén homologados y cuenten con el correspondiente sello de la CE. En cuanto al material, lo más habitual en la actualidad es el cristal orgánico y en un color que se adapte al tipo de actividad a realizar.

En este caso conviene no elegir lentes demasiado oscuras, puesto que puede que al niño no le guste esa sensación de oscuridad y no se las quiera poner.

Por lo que se refiere a  la montura, lo recomendable es optar por un tamaño que se ajuste bien a su cara y proteja toda la zona del ojo. Que no quede hueco entre el puente y la nariz para que no se resbalen.

Siempre en materiales que sean flexibles y muy resistentes, puesto que no será nada extraño que en algún momento las gafas de sol de los niños acaben en el suelo.

Para un mejor ajuste podemos usar gomas elásticas que permiten mantener las gafas en su sitio y evitan que se caigan.

Pero no basta solo con invertir en unas buenas gafas. Debemos trabajar con nuestros pequeños para que comprendan lo importante que es proteger sus ojos y aprendan a ponerse las gafas de sol cuando estas sean necesarias. Y para ello, nosotros vamos a ser el mejor ejemplo a seguir. Si nos ven usar nuestras gafas, ellos también querrán llevar las suyas.

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